UNA PASIÓN ESCONDIDA

Cuándo y cómo descubres una pasión? En mi caso tuvo que pasar mucho tiempo. Mi formación académica transcurrió por una serie de vicisitudes. Primero la época de colegio, de adolescencia, cuando se forma el carácter y se descubren aficiones, soporté el cambio de colegio que entiendo marcó parte de mi vida. Con un bachillerato en ciencias y una meta de ir a la capital a conquistarla, todo quedó en ilusión.

De retorno a Ibarra, la Universidad Católica se presentó como la tabla de salvación y la única opción. Auditoría y Contabilidad, aparentemente no había alternativa. Esa profesión no llenó mis expectativas, nunca estuve cómoda. Había algo que me impedía realizarme completamente. Pero la vida te conduce al camino correcto por rutas sutiles e impensadas.

Una oportunidad de trabajo en Diario La Verdad, fue el inicio de un descubrimiento que tardó pero se concretó. En medio de mis labores, de a poco y a través de los años me fui involucrando en lo que era la edición del periódico, el trabajo de los periodistas, don Roberto Morales y sus editoriales. Sin embargo fue la necesidad de cubrir un espacio en la sala de redacción la que me dio la oportunidad de ingresar a ese mundo maravilloso.

Primero la responsabilidad de temas aparentemente simples y sencillos. La cultura, escasa en ese entonces en la ciudad. Creo que no lo hice mal. Pero las verdaderas coberturas vinieron después. La primera responsabilidad seguirle al futbolista más representativo de la selección, el Tin Delgado, en una obra social en la que se había embarcado. Ese fue el inicio de la cuerda que hasta hoy no termina.

No fue fácil. Es que escribir no es fácil y mucho menos cuando en tus manos está la responsabilidad de dar a conocer los acontecimientos de la manera más objetiva (una utopía) posible. En ese medio hice de todo. Desde deportes hasta política, reportajes y perfiles a personas involucrada en la cultura.

Con esa pasión descubierta o no sé si decir redescubierta, había que hacer algo. Volver a las aulas universitarias. Un reto, pero no había opción. Qué hacía una mujer con formación contable haciendo labores periodísticas en un diario? La reapertura de la Escuela de Comunicación en la Universidad Técnica del Norte no pudo ser más oportuna. Sin pensarlo dos veces, la matrícula estuvo en mis manos.

No pasó mucho tiempo y otra oportunidad se abrió ante mis ojos. Algo que nunca estuvo en mis planes, trabajar en televisión. No la desperdicié y desde hace más de dos años realizo mi trabajo en TVN Canal, Canal de Vida. Creo que no lo hago mal, aunque sé que tengo mucho que mejorar. Pero la Universidad también me ha permitido revelar otras aficiones que espero se puedan concretar y reafirmar está pasión que me acompañará toda la vida en cualquier espacio y en cualquier circunstancia. Mientras, continuó mis estudios, espero en año y medio decir contra viento y marea lo logré.